Lun. Dic 23rd, 2024

El que esté libre de pecado, que aviente la primera mentira.

Por Jona Feb 18, 2024
“aquí parece todo incómodo”. Soto de Moura

En un domingo más, y de puente, tirado en el sillón perdiendo el tiempo entre historias y reels de Instagram, me topé con un extracto de una conferencia que ofrecía Eduardo Soto de Moura en Madrid. En ella, el buen Lalo (pa los amigos) cuestionaba y evidenciaba la contradicción y constrastes entre los espacios y objetos diseñados por Mies van der Rohe, y los objetos y espacios que habitaba Mies.

En la conferencia de Moura de manera muy carismática y rosando lo cómico comentaba lo siguiente: “Mies mentía todos los días” y procede a proyectar una foto donde aparece Mies sentado en la Cantilever Chair que había diseñado en 1927, aquí, de Moura atina a decir “aquí parece todo incómodo”, le sigue una segunda foto donde Mies sale sentado en el sofá de su casa en donde el resto de los muebles dan una atmósfera en donde De Moura remata diciendo “¡Parece la casa de mi abuelo!” seguido de las risas del público. “¿Por qué es así? ¿Por qué ha tenido que ser así?… Me interesa lo que pasa en la cabeza de los arquitectos”

Siguiendo yo acostado en mi sillón, tan cómodo como aparecía Mies en la segunda foto presentada en la conferencia que ya les comentaba, empecé a cuestionarme el qué tanto mentimos de forma consciente quienes ejercemos la arquitectura con tal de vender un proyecto.

Recuerdo que en mi época de estudiante me esforzaba tanto para que el render se viera espectacular, muy seguramente la calidad del espacio diseñado era deplorable. Incluso, recuerdo haber modificado la iluminación con tal de que el render se viera más dramático.

Esta práctica de mentiras parece ya estar muy normalizada, para muestra podemos encontrar muchas de las publicaciones de proyectos en donde las fotografías son de espacios sin personas, solo se puede apreciar mobiliario, muchas veces rentado, ubicado estratégicamente para la fotografía.

Incluso, y aquí ya llego al atrevimiento, que se miente en muchas de las descripciones de los proyectos que encontramos publicados en revistas o en la web. De alguna manera hay que justificar los caprichos arquitectónicos, tal como lo hacía notar de Moura en su conferencia.

El que esté libre de pecado, que aviente la primera mentira.

By Jona

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